Leyenda del pájaro secretario:
Antiguamente el hombre era ciego. Cuando necesitaba comer, llamaba a los peces, y éstos se metían voluntariamente en el fuego para asarse. Un día llegó el pájaro secretario con su buen amigo el cuervo real. Encontraron a los hombres ciegos alrededor del fuego. El pájaro secretario, como es muy curioso, se acercó al fuego, y vio los pescados asándose. Quiso hacer una broma a los hombres, y, agarrando un pescado caliente, lo apretó contra el pecho de un hombre, quemándole la piel. El quemado se enojó, y golpeó a su vecino, sospechandop de él. El otro se defendió, y se suscitó así una pelea general. El pájaro secretario se divirtió muchísimo, y, para acallar su risa, metió su pico en el plumaje del cuervo real. Más adelante, el pájaro secretario repitió la broma, y surgió una nueva pelea con los hombres. El pájaro secretario no pudo ya ocultar sus carcajadas, y los hombres se dieron cuenta de lo ocurrido. Entonces agarraron fuego y lo arrojaron para todos lados: hacia el Norte y el Sud, hacia Oriente y Poniente. El pájaro secretario rió mucho al ver a los hombres furiosos, pero trató de escapar a las llamas. Todo el campo ardía, y no había dónde ponerse a salvo. El pájaro, muy asustado, empezó a correr, creyendo que las plumas que tiene en la base de su pico eran arbusto, quería alcanzarlas. Por fin, el fuego lo alcanzó, y el pájaro, en su angustia, encontró un tacurú (hormiguero abandonado), y quiso meterse en él, pero no cupo, y las patas y el pico quedaron afuera u se quemaron.
Desde entonces el pájaro secretario tiene las patas y el pico rojos.
Antiguamente el hombre era ciego. Cuando necesitaba comer, llamaba a los peces, y éstos se metían voluntariamente en el fuego para asarse. Un día llegó el pájaro secretario con su buen amigo el cuervo real. Encontraron a los hombres ciegos alrededor del fuego. El pájaro secretario, como es muy curioso, se acercó al fuego, y vio los pescados asándose. Quiso hacer una broma a los hombres, y, agarrando un pescado caliente, lo apretó contra el pecho de un hombre, quemándole la piel. El quemado se enojó, y golpeó a su vecino, sospechandop de él. El otro se defendió, y se suscitó así una pelea general. El pájaro secretario se divirtió muchísimo, y, para acallar su risa, metió su pico en el plumaje del cuervo real. Más adelante, el pájaro secretario repitió la broma, y surgió una nueva pelea con los hombres. El pájaro secretario no pudo ya ocultar sus carcajadas, y los hombres se dieron cuenta de lo ocurrido. Entonces agarraron fuego y lo arrojaron para todos lados: hacia el Norte y el Sud, hacia Oriente y Poniente. El pájaro secretario rió mucho al ver a los hombres furiosos, pero trató de escapar a las llamas. Todo el campo ardía, y no había dónde ponerse a salvo. El pájaro, muy asustado, empezó a correr, creyendo que las plumas que tiene en la base de su pico eran arbusto, quería alcanzarlas. Por fin, el fuego lo alcanzó, y el pájaro, en su angustia, encontró un tacurú (hormiguero abandonado), y quiso meterse en él, pero no cupo, y las patas y el pico quedaron afuera u se quemaron.
Desde entonces el pájaro secretario tiene las patas y el pico rojos.
Fuente: Hanke, W. La cultura material y espiritual de los Sanapana. En: Revista Geográfica Americana 1945 23(136)
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