Saenz Peña, con su zorrito saltador, está llamando la atención de las gentes. Donde él se estaciona en seguida se forma una aglomeración de personas como si se iniciase una revolución, a ver subir el zorrito por la cuerda, pero al verlo bajar se disuelve el grupo.
Don Quirno, con su comercio de gafas para los miopes y présbitas, está haciendo una competencia ruinosa a los industriales opticos-oculísticos. Solamente con la venta de monóculos para los que tienen un ojo que mira contra el gobierno, ha ganado una barbaridad de plata.
Fuente: Caras y caretas 1904 7(314)
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