Leyenda de los "Hermanos Ayar":
Cuatro hermanos con sus respectivas esposas salieron de una cueva, cerca del río Apurimaj. Uno de ellos, Ayar Cachi (Hermano Sal), por su fortaleza y su belleza física, que le permitían salir siempre vencedor y airoso de las luchas, despertó los celos de los otros. Pensaron que, dadas sus excepcionales condiciones, pronto tendrían que estar bajo su dominio.
Aviesamente, pretextando en la caverna los vasos sagrados de oro que utilizaban para los ritos religiosos, lo hicieron volver.
Confiado, peetró en el antro y, cuando quiso salir, encontró la abertura de la entrada cerrada y cubierta de enormes rocas. A pesar de su fuerza hercúlea, no pudo moverlas. Tembló el cerro con la potencia de los golpes de Ayar Cachi, pero él quedó dentro. Así nacieron los yacimientos de sal. Sólo su espíritu pudo escapar, transformado en un ave de vistosos colores que, alcanzado a sus hermanos, en vez de recriminarlos por su deslealtad los perdonó, y, ante el asombro de todos, convirtióse en peñasco.
Fuente: Villafañe Casal, M. Salinas y lluvia. En Revista Geográfica Americana 1945 23(140)
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