Leyenda del pájaro blanco: El hombre andaba pescando a la orilla del río. Todavía no conocía el fuego, y todo lo comía crudo. Vio al pájaro blanco colocando palitos en un fogón, y poniendo pescados encima de los palitos. Cuando el pájaro blanco se alejó en busca de leña, el hombre se acercó al fogón, y tomó unos pescados. Pero, desconociendo el fuego, se quemó la mano, y, al probar el pescado, se quemó la boca. Sin embargo, encontró que los pescados asados eran más sabrosos que los crudos. Robó, pues, el fuego del pájaro blanco. Este, al volver, descubrió el robo y se puso furioso. En su ira, produjo el trueno y el relámpago, y mandó la lluvia para apagar el fuego. Pero el hombre se escondió bajo un árbol, y luego llevó el fuego a su toldo. Así conoció el hombre al fuego, y todavía suele taparlo cuando llueve; y si está tronando y relampagueando, se dice que es el pájaro blanco que está recordando con ira el robo de su fuego.
(Nota: compárese la leyenda de los Matacos, donde la lluvia es producida por un animal del aspecto del oso hormiguero, de color rojo, llamado "pejlai", y el mito de los Guaycurí, en el que es producida por una mujer. Kasogonagá, que vive pendiendo del cielo)
Fuente: Hanke, W. La cultura material y espiritual de los Sanapaná. En: Revista Geográfica Americana 1945 23(136)
(Nota: compárese la leyenda de los Matacos, donde la lluvia es producida por un animal del aspecto del oso hormiguero, de color rojo, llamado "pejlai", y el mito de los Guaycurí, en el que es producida por una mujer. Kasogonagá, que vive pendiendo del cielo)
Fuente: Hanke, W. La cultura material y espiritual de los Sanapaná. En: Revista Geográfica Americana 1945 23(136)
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