Durante el año 1831 los indios atacaron incesantemente poblaciones de las provincias de Cuyo y el sur de Buenos Aires. La frecuencia de estas incursiones coaligo a varios gobernadores para entablar una accion conjunta, y Juan Manuel de Rosas, obtenida la aprobacion de la Camara de Representantes, organizo una expedicion al Desierto. Inicio la marcha el 22 de marzo de 1833, con 2000 hombres de la Guardia del Monte. Incorporo poco despues a 500 indios de pelea, caciques amigos y llego a Bahia Blanca; luego establecio en el rio Colorado un campamento visitado por Carlos Darwin. Secundaron eficazmente a Rosas el general Angel Pacheco, Jose Felix Aldao, Jose Ruiz Huidobro y Facundo Quiroga, bien que este ultimo debio abstenerse de participar activamente por razones de salud. Quiroga era un artritico cronico y esta circunstancia troncho algunos de sus ambiciosos planes politicos.
Si bien la campaña no dio los frutos previstos, quedaron fuera de combate mas de 6000 indios, rescataron 2000 cautivos y al cabo de un año se tomaron inmensos campos. Fueron instalados fortines y guarniciones, se realizaron observaciones cientificas de envergadura y la goleta San Martin, al mando de Juan B. Thorne, efectuo el reconocimiento de los rios Negro y Colorado, llevando a su bordo a Nicolas Descalzi, astronomo, y al agrimensor Feliciano Chiclana.
A juicio de Walther, Rosas fue el primer gobernante que intuyo el escarmiento de las hordas salvajes y arbitrando medios, con indiscutible conocimiento de esta clase de guerra, de la topografia e idiosincrasia del rival, Llego con sus huestes hasta Choele Choel. El 25 de mayo de 1834 Rosas licencio a sus hombres; por un tiempo los naturales se aplacaron, pero la situacion recrudecio paulatinamente hasta la presidencia de Nicolas Avellaneda. En un largo intervalo se adoptaron medidas punitivas de distinto caracter, Alsina construyo la famosa zanja y el ejercito obtuvo victorias parciales sobre los indigenas, pero fue menester el advenimiento de Roca para concluir con la pesadilla del malon tras una larga metamorfosis. Precediendo a Rosas, el general Martin Rodriguez, habia organizado contingentes para explorar los campos ubicados entre Tandil y Bahia Blanca, hasta entonces poco conocidos. Rodriguez pretendio adelantar la linea de fronteras y anular la accion de los infieles, cuyas correrias causaban graves males.
Las operaciones se cumplieron entre abril de 1823 y mediados de 1828, pero el plan fracaso desde el punto de vista profesional por falta de organizacion y apoyo logistico adecuado. Las tropas carecian de abrigo suficiente y el frio intenso provoco muchas defunciones, especialmente entre los negros del batallon de Cazadores. En general, las bajas fueron causadas por las inclemencias climatericas, el hambre, la sed y las enfermedades; rara vez por el enfrentamiento armado (1). Como siempre, la patologia gravito predominantemente en esta empresa, pero no existen referencias sobre asistencia sanitaria a las tropas en campaña. Una nota aparecida en el diario El Centinela (2), de Buenos Aires, habla de la existencia de muchos oficiales prisioneros entre los indios y las negociaciones para su rescate. El informe expresa asimismo la existencia del cacique Quelmacoy y las peripecias a que estaba expuesta la localidad de Patagones.
(1) En manos de los indios murio el coronel Federico Rauch, gran baluarte de la lucha de fronteras. Fue vencido y decapitado por los indigenas en 1829 cerca del rio Salado, en el paraje denominado Vizcacheras.
(2) El Centinela, nro. 62, 28 de septiembre de 1823, pags. 198-199.
Fuente: Guerrino, A. (1984) La medicina en la Conquista del Desierto.
Si bien la campaña no dio los frutos previstos, quedaron fuera de combate mas de 6000 indios, rescataron 2000 cautivos y al cabo de un año se tomaron inmensos campos. Fueron instalados fortines y guarniciones, se realizaron observaciones cientificas de envergadura y la goleta San Martin, al mando de Juan B. Thorne, efectuo el reconocimiento de los rios Negro y Colorado, llevando a su bordo a Nicolas Descalzi, astronomo, y al agrimensor Feliciano Chiclana.
A juicio de Walther, Rosas fue el primer gobernante que intuyo el escarmiento de las hordas salvajes y arbitrando medios, con indiscutible conocimiento de esta clase de guerra, de la topografia e idiosincrasia del rival, Llego con sus huestes hasta Choele Choel. El 25 de mayo de 1834 Rosas licencio a sus hombres; por un tiempo los naturales se aplacaron, pero la situacion recrudecio paulatinamente hasta la presidencia de Nicolas Avellaneda. En un largo intervalo se adoptaron medidas punitivas de distinto caracter, Alsina construyo la famosa zanja y el ejercito obtuvo victorias parciales sobre los indigenas, pero fue menester el advenimiento de Roca para concluir con la pesadilla del malon tras una larga metamorfosis. Precediendo a Rosas, el general Martin Rodriguez, habia organizado contingentes para explorar los campos ubicados entre Tandil y Bahia Blanca, hasta entonces poco conocidos. Rodriguez pretendio adelantar la linea de fronteras y anular la accion de los infieles, cuyas correrias causaban graves males.
Las operaciones se cumplieron entre abril de 1823 y mediados de 1828, pero el plan fracaso desde el punto de vista profesional por falta de organizacion y apoyo logistico adecuado. Las tropas carecian de abrigo suficiente y el frio intenso provoco muchas defunciones, especialmente entre los negros del batallon de Cazadores. En general, las bajas fueron causadas por las inclemencias climatericas, el hambre, la sed y las enfermedades; rara vez por el enfrentamiento armado (1). Como siempre, la patologia gravito predominantemente en esta empresa, pero no existen referencias sobre asistencia sanitaria a las tropas en campaña. Una nota aparecida en el diario El Centinela (2), de Buenos Aires, habla de la existencia de muchos oficiales prisioneros entre los indios y las negociaciones para su rescate. El informe expresa asimismo la existencia del cacique Quelmacoy y las peripecias a que estaba expuesta la localidad de Patagones.
(1) En manos de los indios murio el coronel Federico Rauch, gran baluarte de la lucha de fronteras. Fue vencido y decapitado por los indigenas en 1829 cerca del rio Salado, en el paraje denominado Vizcacheras.
(2) El Centinela, nro. 62, 28 de septiembre de 1823, pags. 198-199.
Fuente: Guerrino, A. (1984) La medicina en la Conquista del Desierto.
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