En París, en el año 1533, se enseñaba la anatomía no a base de disecciones minuciosas sino como la enseñaba en la Edad Media aquel viejo doctor de Bolonia, Mondino de Suzzi, que se llamaba a sí mismo Mundinus.Según decidieron los doctores del pasado, las descripciones anatómicas de Galeno eran todo lo que se necesitaba saber; pero Mundinus sostenía que una disección, una demostración práctica, de vez en cuando, haría que los hechos se grabaran mejor en la mente del estudiante; y así fue cómo a principios del siglo catorce empezaron a hacerse las primeras disecciones humanas, desde los tiempos de Alejandría. Los cuerpos que para tal uso se empleaban eran los de criminales muertos a manos del verdugo y la facultad de Medicina conseguía, todo lo más, uno o dos en todo un año.La manera como se llevaba a cabo la disección era la siguiente: El profesor de anatomía sentábase en una plataforma elevada y enfrente de él sentábanse los discípulos; a los pies del profesor estaba el cuerpo y al lado de éste un barbero cirujano. El profesor, en voz alta, leía del libro de Galeno y a medida que nombraba las diferentes partes del cuerpo el barbero las señalaba. En la época de Mudinus, el cursillo -sería absurdo llamarlo una disección- se reducía a cuatro clases; hoy día un estudiante de Medicina se pasa posiblemente cuatro horas diarias en la sala de disección, durante todo un año escolar. De la misma manera como Mundinus enseñaba anatomía, hacía más de un siglo, continuábase enseñando en París cuando llegó Vesalio, quien, en su decepción, calificó a la disección que presenció de "un rito execrable". Un barbero cirujano indolente iba despedazando un cuerpo mientras que un profesor indiferente mascullaba unas líneas de Galeno; esto no era una disección sino, simplemente, una farsa.
[Fuente: Haggard, H. (1941) El médico en la historia]
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