Naturalización y transformación
El mitin del 8 de septiembre de 1912 fue el punto de partida de la tenaz campaña, emprendida en Santa Fe, en favor de la nacionalización y transformación de la Universidad Provincial. La comisión organizadora del mitin señaló la orientación a seguir. Dicha comisión, formada por miembros de la antigua "Unión Universitaria", que integraban los alumnos de la Facultad de Derecho y de las Escuelas de Farmacia y Obstetricia, tuvo el decidido apoyo de entidades democráticas y liberales y del gobierno de la provincia.
El discurso del presidente de la comisión organizadora expresó, en el mencionado acto público (1), el profundo anhelo de los que deseábamos, con todo derecho y con legítima justicia, el advenimiento de la nueva Universidad, sin menoscabo del respeto que nos merecía la obra realizada por la Universidad Provincial, dentro de sus posibilidades y esfera de acción.
(1) Discurso del señor Alejandro Gruning Rosas en el mitin del 8 de septiembre de 1912
El discurso decía, entre otras cosas de verdadera significación y oportunidad, lo siguiente:
"Es la primera vez que se produce en esta ciudad un mitin en que se unen todas las fuerzas vitales, todos los elementos populares y progresistas, respondiendo a la invitación de los estudiantes universitarios, para demostrar que es una aspiración unánime del Santa Fe moderno no solamente la validez nacional de los títulos expedidos, sino la nacionalización de la Universidad de Santa Fe.
Por primera vez, en efecto, los estudiantes de esta Universidad, unidos en federación con los estudiantes de los demás establecimientos educativos de Santa Fe, unidos con el pueblo que trabaja y que produce, con los obreros que son la palanca del eterno progreso, con los hombres de pensamiento que auscultan el porvenir entre las brumas aún espesas del momento presente, salen a la calle a hacer obra de unión y demostración de virilidad y de autonomía, a manifestar nuestros verdaderos anhelos de hombres jóvenes y conscientes, libres de prejuicios extemporáneos y enceguecedores y a pedir con franqueza lo que entendemos que es unánime anhelo: La nacionalización de nuestra Universidad.
La nacionalización traerá la reforma de lo que sea menester reformar, para que nuestra Universidad, hasta hoy mirada, con razón o sin ella, en Buenos Aires y en otras partes, como un anacronismo inútil y estéril, pueda imponerse ante la consideración nacional, colocarse a la altura de las universidades modernas, ponerse más en contacto con los elementos vivos de la provincia y del país, y dar, en suma, todos los beneficios intelectuales que es dable esperar de un instituto de estudios superiores que debe ser guión y nunca rémora del progreso de la patria.
Repito, pues, que es este un acontecimiento trascendental, ya que de la Capital, de todas las fuerzas populares que se imponen por su pujanza y su número en toda verdadera democracia, de todos, en fin, los que comprenden que todo es susceptible de incremento y de mejoramiento y que todo debe forzosamente evolucionar y progresar, so pena de quedar estancado y retrasado en la marcha fatal e ineludible de las ideas y de las cosas. Esta Federación Estudiantil, formada por la juventud estudiosa que ha de ser mañana la directora lógica de los destinos colectivos, es hoy local, mañana será provincial y más tarde nacional, pues, entendemos que una de las más altas misiones actuales es tender, por todos los medios lícitos posibles, a borrar antagonismos extemporáneos de regionalismos o de clases, a formar la unidad nacional, en que debe figurar por igual el obrero que es brazo, sin el cual la idea es estéril, y estudioso, que es la fuerza, sin la cual el brazo se quebranta.
Los estudiantes y el pueblo santafecino miran complacidos la creación de nuevas universidades en cualquier parte de la República, pues, todas son convenientes para la mayor divulgación de los conocimientos superiores de derecho, ciencias sociales, etc., ya que es éste un país en pleno crecimiento y que la mayor concurrencia servirá para atraer mayor estímulo y mejor selección; pero aspira, ante todo, a que ninguna crezca con detrimento de otra, a que la Universidad de Santa Fe sea nacional.
Enviamos, pues, un fraternal abrazo a todas las ciudades y pueblos de la República, a las provincias hermanas, y hacemos votos porque se difunda en todas ellas la instrucción que es la base primordial del progreso real y positivo de los pueblos. Queremos borrar, por extemporáneo, todo regionalismo y todo exclusivismo; queremos demostrar a la faz del país que los estudiantes de Santa Fe son también altivos y conscientes y saben auscultar las palpitaciones de la hora presente, en que merced a las leyes ineludibles de la evolución progresiva, los pueblos pugnan por romper tutelajes añejos y perjudiciales, moldes estrechos y mezquinos, pretenciones anti-republicanas, y hacer valer ya su voluntad incoercible y soberana. Agradezco, pues, en nombre de la Comisión Pro Mitín, el concurso voluntariamente prestado por todas las asociaciones adheridas, cuyos dignos presidentes se han reunido en Comisión para bregar sin cesar y con la firme convicción que se trabaja por la realización de una obra de grandes beneficios para el país entero. Concurso, decía, que de hoy en más nos liga a ellos por vículos de inolvidable gratitud. Hago presente, también, que los estudiantes universitarios, comprendiendo su verdadera misión, ya que la Universidad es costeada por el pueblo, ha de vivir en todo momento, de hoy más con él y para él." (Publicado en "La Nación" del 9 de septiembre de 1912).
Fuente: Gruning Rosas, A. (1940) Creación de la Universidad Nacional del Litoral (Crónica retrospectiva).
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