La mayoría de los jóvenes los largan que son lava hirviente, como si tuvieran en su corazón un Vesubio, y los viejos en cuanto ven pasar por su lado la fruta pintona, pierden la noción del tiempo y arreglándose la dentadura, dicen frases que en tiempo de ñaupas hubieran hecho roncha. Los cascotes los prodigan a todas, pero desgraciadamente para ellos un "salga zonzos" les inutiliza el repertorio.
Fuente: Caras y caretas 1904 7(320)
Texto: Julio Castellanos.
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