La republica de la Boca

La Boca por 1870 dependía para los efectos electorales de la parroquia de San Telmo, que es precisamente lo que en ningún caso admitían los boquenses. En 1876organizaron el Comité de Defensa, poniendose al frente del movimiento Vernengo, Invierno, Blanco, Castañera, Perazzo, Ungaro y otros criollos, y tras largas discusiones y serios cabildeos, quedó la cosa en agua de borrajas, por haberse inmiscuido en el asunto algunos vecinos italianos que hicieron serios trabajos para encauzar en otro sentido aquel movimiento separatista, deseosos de que la Boca fuera algo así como una sucursal de la bella Italia en pleno Río de la Plata. Proyectaron éstos-por que proyectaban mucho- el envío de un mensaje al Re d'Italia, y un escudo y la bandiera de la nueva república que a no dudarlo revilizaría con sus hermanas las de Mónaco, San Marino y Andorra. Por aquello de la fratellanza, resolvióse que llevara dos franjas con los colores argentinos y sobre ellas un escudo rojo con la crocce bianca de los Savoia, con un gorro frigio encima de ella.

Por aquella epoca fue cuando empezaron a surgir por todas partes las logias de carbonarios, esa terrible sociedad secreta que sólo con su recuerdo hacía estremecer a los corazones mejor templados.

En la calle Olavarría existe aún la casa que cobijó a los primeros carbonarios, frente a la cual asesinaron al señor Rafael Vernengo, padre del señor Rómulo Vernengo, que tantos servicios ha prestado a la parroquia de San Juan Evangelista. Entre los cuartos oscuros de ella, en cuyas paredes negras resaltaban adornos hechos con huesos humanos, han pasado algunos de los adptos, que viven todavía, para dar de pronto con la "camara del valor", en la que se veía un hombre tendido entre dos cirios.

Dos lámparas de alcohol, que ardían con sal sobre la mesa en que se veía el hombre estirado, prestábanle matices cadavéricos a éste, y un puñal que le partía el corazón, completaban el efecto impresionista que se buscaba, para aterrorizar al catecúmeno, "¡Si faltas al juramento ...!" y le señalaban el pseudo-cadáver.

Fuente: Caras y caretas 1904 7(288)