Comandancia General de la Guardia Nacional de la Provincia.
Campamento en Dolores.Noviembre 2 de 1874.A S.E. el Sr. Ministro de Guerra y Marina de la Nación Coronel D. Adolfo Alsina.Tengo el honor de poner en conocimiento de V.E. el movimiento operado en el día de ayer por las fuerzas de mi mando y su actual situación en este campamento.Inmediatamente que recibí el despacho telegráfico de V.E., en la Estación Guerrero, que me autorizaba para ocupar el pueblo de Dolores, me puse en marcha con la Infantería, Artillería y una parte de la caballería, dejando el resto que la formaba la División del Coronel Nadal escalonada desde el Puente de la Postrera en el Salado, hasta la Estación Savignér según lo propuse a V.E. Teniendo noticias que a inmediaciones del pueblo existía una fuerza rebelde como de ciento y tantos hombres, única que al parecer dominaba en este partido, ordené al mayor Rodríguez que marchase a la vanguardia con el Regimiento 24 de Mayo y la batiese.La orden fue cumplida estrictamente.Como dos leguas antes de llegar a la ciudad dio alcance a las fuerzas rebeldes, mandadas por los titulados comandantes Fernández y Pita, que ciegamente confiados en un poder que sobre ellos suponen y desconociendo el valor y entusiasmo de los soldados de la ley, trataron de sostener un terreno que abandonaron vergonzosamente apenas fue iniciada la primera carga de sable, dejando en el campo, en n trayecto de legua y media que duró la persecución, veinte y dos muertos y treinta y cuatro prisioneros la mayor parte heridos, entre los que figura el joven Saturnino Córdoba con herida leve. El Regimiento solo ha tenido un oficial herido.Después de este golpe, que estoy seguro que servirá de escarmiento para presentarse otra vez, han abandonado la ciudad en completo desbande, sin que pueda decirse que cuatro juntos hayan tomado el mismo rumbo, y con tanta precipitación que no han tenido tiempo de recojer los equipos y el armamento que tenían en su cuartel, habiéndoseles tomado una gran cantidad de este.Según lo aseguran los vecinos el comandante Fernández iba herido de bala.Inmediatamente han sido repuestas las autoridades legítimas del partido que venían con la división, en medio del más sincero y ardiente entusiasmo de la población que esperaba ansiosa a este ejército, pues los rebeldes la tenían bajo la presión del terror, ofreciendo fusilamientos por la más leve falta, según lo demuestran las órdenes generales que se les han tomado, como único medio de obtener obedeciendo de los leales habitantes de este pueblo.Se ha tomado el tren que tenían con la máquina descompuesta y espero ponerla al servicio luego.La mayor parte de los prisioneros declaran contestes que el General Mitre ha desembarcado en Ajó con una legión de estrangeros que se hace ascender a quinientos hombres, alguna caballería de Guardia Nacional y fuerzas de Artillería de campaña en número de doce a veinte. El joven Córdoba asegura que el general Mitre no tiene ninguna artillería.Sobre su situación actual las versiones son muy variadas, pero en general se asegura que viene en marcha hacia Dolores.Aunque abrigo la más fundada esperanza de batirlo con las fuerzas que tengo, según es su espíritu y disciplina, no obstante que el enemigo me presentará en línea tres veces más de las que con exageración se le supone, he enviado chasques al coronel Luis Ma. Campos que se encuentra a cinco o seis leguas de este punto participándole todo esto, a fin de que tome sus medidas y procure la incorporación con el ejército de mi mando.El éxito entonces no será dudoso ni aun para nuestros adversarios que tan descreídos se habían mostrado hasta ahora, sobre el poder y los elementos del Gobierno.En este momento acaba de llegar al campamento el Capitán Frias a quién envié del Salado a los médanos a bombear las fuerzas del titulado Coronel Ramos Mejía y dice que éste permanece en dicho punto como con cuatrocientos hombres y cinco o seis mil caballos, que por un amigo de confianza a quien da entero crédito ha sabido que en el Tuyú no se encuentra ninguna gente, que en el puerto existían tres vapores cuyo carácter ignora, que hicieron una salva de cincuenta y ocho cañonazos el día veintiséis.Ahora mismo vuelvo a mandar a dicho Frias en busca del Coronel Campos por no haber tenido aun respuesta de los chasques enviados anteriormente.El ejército queda acampado a treinta y cinco cuadras al norte de la ciudad.Dios guarde a V.E.J. Campos.
[Fuente: Memoria presentada por el Ministro Secretario de Estado en el Departamento de Guerra y Marina Dr. D. Adolfo Alsina al H. Congreso Nacional en 1875]
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