Lo que Paracelso viera en las minas de Villach sugirióle la idea de usar sustancias minerales como medicina y, rebelándose contra las yerbas que Galeno empleara, recetaba hierro, azufre, mercurio y aguas minerales sin que le turbara en lo más mínimo que los antiguos maestros no hubieran autorizado este clase de tratamiento; Paracelso creía en muchas cosas, pero no creía en autoridades indiscutibles. Sus escritos acerca del uso de remedios minerales simples dieron lugar, un siglo más tarde, a un gran conflicto en la práctica médica: el conflicto entre los doctores que creían en las yerbas galénicas y los que pertenecían a la escuela de Paracelso. Las yerbas, en general, no servían para nada pero en cambio eran inofensivas, mientras que las sustancias minerales eran muchas veces eficaces pero también podían ser venenosas y su uso excesivo es capaz de causar, y más de una vez causó, grandes males.
[Fuente: Haggard, H. (1941) El médico en la historia]
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