miércoles, 7 de enero de 2009

Los argentinos discriminamos a las personas por su origen? (6)

La inmigración siria (continuación)

El inmigrante sirio no representa un factor económico y social eficiente. Su papel de consumidor está reducido al mínimum y como productor su acción es nula. El minucioso comercio ambulante a que se dedica no viene a llenar necesidad alguna de intercambio y, en tal sentido, su obra lejos de importar un beneficio, implica un exceso de competencia, motivo de penuria para el pequeño comerciante establecido y digno por tanto de ciertas consideraciones.
Pero no es esta última circunstancia la que caracteriza especialmente la nulidad económica del inmigrante sirio. He notado su incapacidad consumidora explicada por una carencia de medios de adquisición lógicamente fatal.
[...] El incremento de esta inmigración se explica por las poderosas causas que le impele emigrar. Viene a la República como a un lugar de refugio, pero no se incorpora a su sociedad ni hace las concesiones que le asegurarían un relativo bienestar.
El elemento sirio se halla paralizado en esta Capital y principales ciudades de la República: aumenta su población especialmente en aquella sin beneficio para el trabajo positivo que exije nuestra índole y nuestras necesidades, así como su propia conveniencia. Los sirios operan una extracción pequeña pero constante de moneda para llevarla a su patria. No la invierten en la nuestra, ni se radican mediante ella, ni como propietarios ni como ciudadanos, y en fin, no se vinculan con la masa a semejanza de los inmigrantes europeos.
Salvo las incapacidades e idiosincracias individuales, ningún pueblo nos ha enviado gente que con tanta unanimidad se manifestara incapaz del trabajo de fuerza y resistencia como ha ocurrido con los sirios. No se trata de algunos sujetos mas o menos defectuosos orgánica o moralmente, para desempeñar ciertas tareas, sino de toda una masa en la que la debilidad muscular y la falta de energía parecen distintivas.
No hemos tenido, pues, una verdadera inmigración siria de agricultores y artesanos, sino de hombres sin profesión manual que sirven a ciertos capitalistas para el reparto de sus mercaderías.
Fuente: Argentina. Dirección de Inmigración (1900). Memoria de 1899.

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