domingo, 25 de enero de 2009

Inmigración polaca

Encontré un libro El problema de la mendicidad en Buenos Aires: sus causas y remedios, su autor, Juan Alejandro Ré, además de definir y presentar los diferentes niveles de mendicidad, aporta estadísticas, observaciones, fotos y hechos obtenidos a lo largo de su carrera policial. También explica las causas de la mendicidad y ejemplifica con hechos vistos por él, la primera causa de mendicidad citada por el autor es la falta de trabajo y narra unos acontecimientos en los que tuvo participación directa.
Bueno, hoy te voy a contar una pequeña historia:
Después de la Primera Guerra Mundial, la Gran Guerra, y a consecuencia de la desocupación a raíz del Crack del 29, Argentina recibió una oleada de inmigrantes europeos, entre ellos muchos polacos sin recursos de subsistencia, y según Ré: ex combatientes que traían consigo taras patológicas.



En 1931 el estado, ante esta situación, optó por darles techo y comida, ubicándolos, transitoriamente, en galpones situados en Puerto Nuevo. Debido a que los ocupantes colmaban el lugar, se comenzaron a poblar los terrenos baldíos frente al Club de Pescadores, que estaban bajo la jurisdicción de la comisaría 23º, donde el autor del libro era subcomisario. Allí, a fines de 1932, se levantó un campamento de desocupados que denominaron “Villa Esperanza”.



El estado no sólo los ubicó en esos terrenos, sino que "también les facilitó chapas viejas de cinc y adoquines, escasos elementos con los que ellos mismos, sin intervención técnica y material otro de naturaleza alguna, construyéronse, a modo de vivienda, rudimentarias, pequeñas, bajas antihigiénicas casuchas, inmundas pocilgas más bien, de los más diversos tipos, juntas entre sí, en varias hileras y formando calles angostas." Algunos emprendedores instalaron pequeños negocios.



Según el censo de enero de 1934, habitaban Villa Esperanza 2903 hombres, no siempre los mismos, se retiraban unos y se incorporaban otros, de todas las nacionalidades, excepto chinos y japoneses. "La identificación de os mismos ofreció siempre dificultades, porque ellos, deliberadamente, se desprendían de sus documentos personales, ya destruyéndolos o manteniéndolos ocultos en la tierra. Con ello procuraban desorientar a la policía en sus investigaciones e impedían al estado ejercer la facultad de repatriación."




Estos inmigrantes, que habían llegado con lo puesto, salían diariamente a recorrer las calles pidiendo de puerta en puerta. "Así es como lograban reunir sumas insospechadas, dinero que malgastaban en juegos prohibidos, quinielas, etc., y en libaciones alcohólicas diarias hasta la embriaguez.
En estas condiciones no era raro que ocurriera un homicidio entre desocupados ebrios, pero el día 20 de octubre de 1933 ocurrió un hecho impensado que hizo que la sociedad se sintiera en peligro, los que hasta ayer eran mendigos, pasaban a ser ahora peligrosos delincuentes.
En efecto, el día indicado, a las 19 y 30, una cantidad de desocupados del campamento "Villa Esperanza", en banda, armados de revólveros, hierros, palos, cascotes, piedras y otros instrumentos, sorpresivamente asaltaron al grito de "queremos comer" la sucursal de las Grandes Despensas Argentinas ubicada en las cercanías de "Villa Esperanza". Para ello los desocupados hicieron disparos de armas de fuego y rompieron estanterías y vidrieras.
En indagación de los hechos, se detuvo a desocupados de la "Villa Esperanza", todos de nacionalidad polaca.

El 24 de noviembre del mismo año sucede un hecho similar. El día 30 de noviembre sucede lo mismo, pero además atacan a un cabo que estaba apostado en una esquina, pero en este caso se secuestran 62 panfletos escritos a máquina titulados "Incitación a la lucha, pan y trabajo. Viva el comité de desocupados", en el texto atacaban a la policía y a los capitalistas. El 25 de enero de 1934 se repitieron los hechos.
Ante estos acontecimientos el Juez de Instrucción doctor Ernesto González Gowland, magistrado que había intervenido varias veces ante hechos delictivos por y entre desocupados de "Villa Esperanza", decidió remediar esta situación mediante la desaparición inmediata del campamento.
Los desocupados se resistieron pero finalmente una mañana del mes de enero de 1935 fueron obligados a trasladarse, nuevamente a los galpones de Puerto Nuevo, los desocupados sin antecedentes y los que tenían antecedentes fueron detenidos.



Días después, obreros municipales desarmaban las "casuchas" del famoso campamento.



Y así termina la historia de la "Villa Esperanza", que para algunos fue la primera villa de emergencia, aunque en una entrada anterior yo te hablé de una villa formada en el siglo XIX, en las cercanías de un basural. Esta "villa" tenía características especiales, sus habitantes eran , en un pricipio inmigrantes polacos desocupados, hombres solos, a los que el estado los ubica en un cierto espacio, y les entrega chapas y adoquines para que se construyan unas casillas.

Si te interesa leer el libro El problema de la mendicidad en Buenos Aires: sus causas y remedios, pedímelo por A21772


No hay comentarios: