IV
Mientras todos estos hechos se producían, la noticia de ellos llegaba a Santa Fe y el gobierno se aprestaba a intervenir. El Sr. Lubary, juez de paz, como se ha dicho, llegó a San Carlos el día 16 a las 5 de la tarde, en momentos en que ya regresaban los colonos que habían hecho la expedición a "El Sauce" y donde consumaron el linchamiento.
Informóse detalladamente y comprendiendo la gravedad de la situación se preocupó de adoptar las medidas tendientes a asegurar el orden, pues reinaba una gran excitación.
El señor Lubary, en un informe que con fecha 21 de octubre de 1869, elevó al gobernador de la provincia, describe esos momentos de incertidumbre. "A mi arribo a la plaza, -dice-, encontré una numeros reunión de vecinos, todos muy alarmados porque creían que la colonia sería atacada por la gente del Sauce. Yo los tranquilicé en cuanto pude, sin dejar de tomar aquellas medidas que en circunstancias tan difíciles la prudencia me aconsejaba".
Ante los rumores circulantes, a la caída de la tarde, las familias comenzaron a dirigirse en sus carros hacia el centro de la colonia, buscando refugio y el señor Lubary, con el apoyo de un fuerte grupo de vecinos voluntarios, recorrió la colonia para inspirar confianza y llevar tranquilidad a los hogares. Mientras tanto, una fuerza de 85 colonos de Esperanza, que venía dispuesta a ayudar a sus colegas de San Carlos, estaba acampada cerca de "El Sauce", y el Juez Lubary teniendo noticias que el gobernador debía entrar en la colonia al día siguiente, a las 6 de la mañana, al frente de fuerzas provinciales, envió un chasque a los mencionados colonos de Esperanza, para que se mantuvieran a la espectativa en el sitio en que se encontraban.
El señor Beck Bernard, en su carta ya citada, confirma lo que a este respecto dice el juez y refiriéndose a la acción del señor Lubary, expresa que "temiendo algunas tentativas de venganza por parte de los indios, tomó acertadas medidas para la defensa de la colonia y mandó un chasque al gobierno para pedirle auxilio militar".
Informóse detalladamente y comprendiendo la gravedad de la situación se preocupó de adoptar las medidas tendientes a asegurar el orden, pues reinaba una gran excitación.
El señor Lubary, en un informe que con fecha 21 de octubre de 1869, elevó al gobernador de la provincia, describe esos momentos de incertidumbre. "A mi arribo a la plaza, -dice-, encontré una numeros reunión de vecinos, todos muy alarmados porque creían que la colonia sería atacada por la gente del Sauce. Yo los tranquilicé en cuanto pude, sin dejar de tomar aquellas medidas que en circunstancias tan difíciles la prudencia me aconsejaba".
Ante los rumores circulantes, a la caída de la tarde, las familias comenzaron a dirigirse en sus carros hacia el centro de la colonia, buscando refugio y el señor Lubary, con el apoyo de un fuerte grupo de vecinos voluntarios, recorrió la colonia para inspirar confianza y llevar tranquilidad a los hogares. Mientras tanto, una fuerza de 85 colonos de Esperanza, que venía dispuesta a ayudar a sus colegas de San Carlos, estaba acampada cerca de "El Sauce", y el Juez Lubary teniendo noticias que el gobernador debía entrar en la colonia al día siguiente, a las 6 de la mañana, al frente de fuerzas provinciales, envió un chasque a los mencionados colonos de Esperanza, para que se mantuvieran a la espectativa en el sitio en que se encontraban.
El señor Beck Bernard, en su carta ya citada, confirma lo que a este respecto dice el juez y refiriéndose a la acción del señor Lubary, expresa que "temiendo algunas tentativas de venganza por parte de los indios, tomó acertadas medidas para la defensa de la colonia y mandó un chasque al gobierno para pedirle auxilio militar".
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