jueves, 29 de agosto de 2024

Movimiento político y social de Rusia en 1906

 Los anhelos políticos han llegado a hacerse tener en cuenta en Peterhoff, refugiándose bajo el pabellón de la cuestión económica. Para andar este camino, la huelga ha tenido que recorrer toda la gama de sus resistencias; ha habido huelgas de mineros, de profesores, de estudiantes, de obreros de arsenal, de abogados, de ferroviarios y de telegrafistas y empleados de correos. Esta última, que, empezando por San Petersburgo y Moscú, se extendió a la gran mayoría de las ciudades del imperio, llegó en un momento a aislar casi por completo a Rusia del resto del mundo. Ninguna otra podía en efecto, tener más graves inconvenientes en la medida de lo posible. Los telegrafistas militares aseguraron, bien que mal, a poco de iniciada la huelga, el servicio de los aparatos telegráficos. Para cumplir las funciones más faciles del servicio de correos -el reparto de las cartas, la confección de los pliegos,- se encontró recurso en la aplicación a esas tareas de los "garodovois", agentes municipales y de los "dvorniks", o conserjes, que están también bajo la dependencia de la policía.




El príncipe Obolensky, el príncipe Kotchonbey, el conde Mordvinof y otras muchas personas de signifi-cación, oficiales, altos funcionarios y damas de la aristocracia, fueron a ocupar en las oficinas o en las ventanillas, el lugar de los empleados ausentes.




Al mismo tiempo que la rebelión surge en todo el imperio, en San Petersburgo se pretende iniciar una contrarevolución para terminar con el actual estado de cosas que se prolonga demasiado y sostener la autoridad del zar.


Fuente: Caras y caretas 1906 9(382)



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