sábado, 18 de octubre de 2014

El fusil-ametralladora Rexer


"Demostrada plenamente en las {ultimas guerras la necesidad de aligerar todo lo posible el tiro, es decir, de colocar en la menor cantidad de tiempo el mayor número de proyectiles eficaces por medio de máquinas de guerra cuyo transporte sea fácil en todos los terrenos, son muchos los inventores que se esfuerzan por multiplicar los efectos de los fusiles de repetición.
Uno de los últimos inventos es el fusil-ametralladora del ingeniero dinamarqués monsieur Rexer, del que dice la prensa profesional extranjera que es un arma perfecta, llamada a destronar a todas las similares, singularmente a las ametralladoras Maxim.



El fusil Rexer automático pesa 8 kilogramos; de suerte que un soldado de infantería puede llevarle sin fatiga en portafusil. Como con las demás armas semejantes, ocurre con el fusil Rexer que necesita para su aprovisionamiento un parque movible, dado la enorme cantidad de cartuchos que consume. Para ello, monsieur Rexer ha discurrido que a cada soldado acompañe un caballo, que puede llevar hasta 8.000 cartuchos en unas cartucheras de forma de abanico, que vienen a constituir como una cinta cinematográfica qye en lugar de fotografías contuviese cartuchos. Cada cintas de éstas es adapta al fusil como el cargador del Mausser y va disparando automáticamente con extraordinaria rapidez. Este diabólico invento es capaz de lanzar millones de balas al campo enemigo.
Tiene así el progreso las más curiosas y febriles alternativas que pueda la mente imaginar. Mientras por una parte se aplica, como en el caso del canal de la Mancha a unir para las comunes actividades de la vida de millones de hombres largo tiempo separados por odios y abismos, por otra parte pone todo su esfuerzo a la antigua obra de la muerte al por mayor, inventando aparatos que parecen la obra de un espíritu satánico complaciéndose en la visión de horribles matanzas."

Fuente: Caras y caretas 1905 8(354)

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