Humor político

Con la consiguiente sorpresa empezamos a saber que la huelga no es sólo recurso supremo de los trabajadores, sino también de los que no trabajan, es decir, de los gobernadores de provincia. Ya para nadie es un misterio que el "Conspirateur" ha planteado las bases de una sociedad de resistencia o sea liga de ejecutivos del interior, con la cual se propone poner de vuelta y media a Petronio el encopetado, a poco que este persevere en la idea de mirar por arriba del hombro a la gente menuda de la política.

Pero no ha contado con la huéspeda, o lo que es lo mismo, con la gracia de S.E., -que aunque no frecuente, porque el hombre presume de espíritu serio y no se ríe a dos tirones, - suele manifestarse en frasesitas del molde de las de don Julio, que aumentan la melancolía de éste en su guarida de La larga.

-¡Deben haberse vuelto locos estos pajarracos de gobernadores!-exclamó.-¿Mire que recurrir a la liga para volar lejos!

Y hasta se dice que murmuro en voz baja:"¿Y no les va a ligar ni un zorro!" con lo que se desvirtua la tan generalizada creencia de que Quintana jamas emplea terminos roquistas en su conversacion, siempre ajustada al "Manual del Perfecto Galantuomo".

El humor de Quintana, como se presume, se conserva tan fresco, que ya esta pensando en irse a quitanear este verano, es decir, a una quinta delos alrededores, donde se abanicara con pantallas de seda y tomara leche con pulverizador al pie de la vaca, lo que si a el le alegra, no despierta mayores entusiasmos en alguno de sus ministros, convencido de que la Casa Rosada es el campo ideal, agregando: "Y sino que lo diga Gramajo que de alli se retiro gordo y ahora no puede con la nostalgia".
Otra versión que malignamente se atribuye a Figueroa Alcorta y a la liga de gobernadores es esta:
-"El mejor punto de quintaneo para el doctor es el quinto cielo!...
Tales piropos que a cualquiera revolverian la bilis, no hacen ni mella en nuestro primer mandatario. ¡Y la verdad es que nada le hace mella!¡Cuando no ha dicho jota al saber que Martin habia perdido la torpedera numero 81.

Fuente: Caras y caretas 1904 7(320)

Libreto: C. Correa Luna

Ilustrador: J. Alonso