Los "botocudos" del rio Pancas, afluente del Doce, no son aquellos feroces y antropafagos de que nos hablara John Steains, a raiz de su excursion en los años 1885 a 1886. Hoy no hacen "correrias a los mas remotos establecimientos para robar chiquillas y despues comerselas".
Hoy visten como cualquier colono, cubrense con sombreros de fieltro, tal que los buenos burgueses, hablan, hablan de la guerra europea y, de vez en cuando, dan un paseito por la ciudad para vender los productos de su trabajo y adquirir provisiones de hombre civilizado.
Los botocudos han sido llamados asi por los europeos por alusion a los botoques (bezotes) que usaban. los cuales son grandes discos de madera con que se adornaban el labio inferior y los lobulos de las orejas. Su nombre indigena es el de burung o borung.ind
Fuente: Casais, J. Un mes en el rio Doce. En: Revista Geografica Americana 1946 25(148)
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