Hilario Ascasubi (1807-1875) fue de los escritores que coon Estanislao del Campo, y el inmortal autor de Martín Fierro, dio realce a esa literatura genuinamente nacional que nos ha pintado al gaucho tal como era en sus relaciones con el habitante de las ciudades. Sus tres grandes obras, Paulino Lucero, Aniceto el Gallo, que le dio tanto nombre y fama, y Santos Vega o los Mellizos de la Flor, han sido predilecta lectura de varias generaciones argentinas, que admiraron en Ascasubi la extrema facilidad para versificar, la agudez del concepto, y, menos que la imaginación, sus sagacísimas vistas de pintor de costumbres.
"Era al mismo tiempo, dice Rafael Hernández, un poeta de cota de Malla, poeta político, político luchador, tenaz y resistente y esto no lo perciben los que creen que la poesía consiste en concertar madrigales, pintar como querer y no en rodear de galana y atrayente vestidura, lo que es verdad en la naturaleza y de utilidad en la vida.
"Sus composiciones entraban como cohetes a la Congreve en los escuadrones desordenando sus filas; y a veces, avanzando audaces como los gauchos de Güemes, se introducían de improviso y esparcían la confusión en el centro mismo del campamento enemigo"
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