jueves, 9 de diciembre de 2010

Matanza de indios en Chaco y la obediencia debida

Transcribo tal cual aparece en Caras y Caretas:
La circunstancia de haber llegado a Buenos Aires algunos de los soldados que servían bajo las inmediatas órdenes del teniente Benjamín Avalos y a los que la justicia militar señala como responsables en cierto modo de las matanzas de indios en Mundo Nuevo, Churcal y Victoriaca, pone de actualidad nuevamente este asunto que tanta resonancia ha tenido en el pueblo y de manera muy particular entre el elemento militar.


En el cuartel del 10º de infantería se alojan en calidad de presos los soldados José O. Díaz, Pedro Quinteros, Florentino Flores, Claudio Molina y Justino Cabrera a quienes conseguimos entrevistar, obteniendo sobre los sucesos que tan vivamente han herido la imaginación pública, los más interesantes detalles.



Ninguno de ellos niega los hechos que se les imputa, y más que a buscar atenuantes, sus palabras se encaminan a lamentarse de lo mucho que se les zarandea en este asunto, en el que no tienen conciencia clara de la responsabilidad que les pueda caer en desgracia.

-Hace seis meses que nos tienen de un lao para otro, nos decía uno de los presos, un mocetón crudo, morocho, calmoso en el hablar, de mirada serena, que se cuadra quedándose tan inmóvil como una estaca. En el Chaco mal que mal, uno pasa la vida con trabajos sí, pero sin que falte donde distraer el tiempo, Una caminata aura, de leguas y leguas, una batida a los montes, un día entero entre los chircales y pantanos o dos o tres, pero uno sabe que al llegar al poblao, encuentra siempre sonde armar un bailecito al que no es dificil que caiga la chinita que nos lleva las miradas como bicho e luz en noche oscura.

Pero dende que se armó esto con el teniente, me parece que el mundo se me viene encima. ¿Qué hemos matao a la indiada?y bueno, ¿pero qué tenemos que ver nosotros? ... Se nos manda que hagamos fuego ¿y qué? quieren que discutamos al teniente cuando él sabe lo que hace? Porque a mí no me digan que el teniente es como nosotros un pobrecito que en cuanto que le preguntan cuántos años tiene, se ve comprometido pa contestar.

¿Acaso inora la gente que nos ponen el cuero como sursido e badana al menor sino de indisciplina? Y le parece que no es indisciplinarse no hacer fuego cuando se nos manda echar a la cara los mausers?

Y así, por ese tenor seguía el soldado refiriéndonos su participación en los hechos, sus penurias y las idas y venidas, más tarde, acompañando al juez instructor coronel Arriola y su secretario el teniente Madariaga.

Estos, para la instrucción del sumario, siguieron el mismo camino que recorriera Avalos con su gente, recogiendo la mayor cantidad de datos posible y obteniendo las declaraciones circunstanciadas de los vecinos.

-Fuimos con el coronel -prosiguió- desde Rivadavia, como lo hicimos con el teniente Avalos, y al llegar a Mundo Nuevo le mostramos el algarrobo donde habíamos encontrado a los seis indios, que aquel mandó prender y luego degollar.

En el paraje denominado Churcal, el juez encontró algunos esqueletos, los que fueron de la indiada fusilada en grupos de 4 y de 5. Pertenecían a las tribus de los caciques Colorado, Collaujo y Pajarito y volvían de los ingenios de Ledema y La Esperanza, segun nos dijeron. En estos parajes el sumario adquirio su mayor volumen; casi todos los vecinos de la casa de Justiniano Molina prestaron declaracion. De cuanto han dicho los presos se desprende que despu{es de estas matanzas volvieron a Rivadavia y a los 15 d{ias el teniente Avalos sali{o para Victorica con el sargento Acevedo y soldados Molina, Cabrera y Mercado a quienes dio orden de que prendieran al cacique Charota y su mujer. Se los llevo a presencia de Avalos, y segun dicen, este ordeno su deguello. Molina cumpli{o la orden respecto a Charota y Cabrera dio muerte a la mujer.

-Nos daba lastima, matarlos asi a los pobres indios- agrego el preso- y sobretodo a las mujeres ... que nos miraban con ojos que nos deian muchas cosas ... yo no se que, pero algo nos decian que a mi, por ejemplo, me hacian pensar en la pobre vieja que fue mi madre y ... mire que extraño: ¿pensaba en Dios tambien!

Todas las actuaciones del sumario estan terminadas y listo aquel para que la causa sea vista. Los soldados refieren ademas que el unico de cuantos acompañaban a Avalos que ha desaparecido, es el sargento Acevedo, quien ultimamente se ha internado en los montes del Chaco.

-Que no se olviden de nosotros- nos dijo por ultimo, el soldado a quien interpelamos,- que se concluya esto pronto y que no sea para mal, señor, aunque a mi me da el alma que si ha de ser, porque la otra noche soñando vi a uno de los que hicimos dijuntos ... y eso es siempre una mala señal ... ¡No le parece?...


Fuente: Caras y caretas 1904 7(293)

El soldado se justifica aludiendo a la "obediencia debida" : "se nos manda que hagamos fuego ¡y que? quieren que se la discutamos al teniente cuando el sabe lo que hace?"
Por otro lado el comentario sobre el sargento Acevedo parece el germen de "Biografía de Tadeo Isidoro Cruz" de Borges.

1 comentario:

Juli Fiesta dijo...

La obediencia debida como justificación al gatillo fácil refleja un déficit en la formación de nuestras fuerzas armadas, falta de patriotismo y sensibilidad humana. Por otro lado, gobiernos locales como es el caso de buenos aires por estos días y de formosa hace algunas semanas, ordenan utilizar los métodos que sean necesarios -incluso cuando estos impliquen terminar con la vida de una persona- para acallar un reclamo social que evidencia grandes fallas en su propia gestión política. Aquí, en 2010, como en 1904, ha muerto gente y los responsables están impunes.