"Lo que más me llamó la atención fue la existencia de un tipo de talla altísima. Si hubiesen sido pocos individuos se podría pensar en una anomalía, pero se trata de casi la generalidad, tanto de hombres como de mujeres, en poblaciones continuas por muchas leguas de distancia; asi que pensé en la existencia de una raza fuerte, antigua, que sobrevive todavía.
Medí en varias poblaciones las personas altas y obtuve, constantemente, una medida superior a 1.70 m.; los más sobre 1.75 m.; en una población medí 22 individuos, de los cuales 6 superaba 1.80 m., llegando los más a 1.84 m. En Yarumela medí uno de 1.88 m.; en Flores vive un individuo de 1.92 m.
En cuanto al peinado, Landa dice que se quemaban el pelo en la parte alta dejándose como una corona de fraile trenzada y un cocodrilo.
Los brazos y las piernas son largos y las manos grandes. El iris constantemente color castaño no oscuro; más bien entre oscuro y claro. Boca ancha y labios gruesos. El pelo negro, largo, crespo. Observé al respecto que algunos, hermanos o hijos, llevaban pelo castaño y liso. Procuré indagar la razón de la anomalía, y preguntando a todos descubrí que los que lo llevan liso y castaño, se lavaban el pelo, con más o menos frecuencia, con lejía o con jabón que hacen con el aceite de una cierta semilla que tiene propiedades especiales. Prefieran llevar el pelo liso y castaño, principalmente las mujeres.
Fuente: Lunardi, F. Descubriendo de la gran metrópoli maya. En: Revista Geográfica Americana 1941 15(93)
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