Los repartidores de pan, en solidaridad con los estibadores resolvieron declararse en huelga el 16 de enero de 1904. El gobierno de la provincia de Buenos Aires, con objeto de garantizar el orden, envió un grupo de bomberos, considerando ésta la forma más eficaz de evitar conflictos. Pero esta medida fue inadecuada, hubo 5 obreros heridos, dos de ellos graves, dos locales, uno social y otro particular, allanados por la fuerza, sin orden competente.
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