domingo, 13 de junio de 2010

La religión y la locura

La creencia de que un espíritu se apoderase de un hombre persistió después del cristianismo pero cambió en cuanto al espíritu posesor se refería; no era posible que espíritus buenos poseyeran a los hombres, sino solamente los malos, o sea los demonios. Los buenos espíritus habían tomado la forma de ángeles que, si bien guiaban y aconsejaban al hombre, no podían poseerlo.
En consecuencia, si la locura tomaba una forma religiosa y el enfermo oraba y se mortificaba la carne, y si se expresaba en términos sagrados, entonces no estaba poseído y hasta es posible que se considerase como merecedor de la santidad; mas si era un blasfemo, violento y rebelde, entonces no cabía duda de que estaba poseído por un demonio. El tratamiento, en este caso, era a base de exorcismos acompañados de plegarias y rituales; y si fracasaba, es posible que le pegaran por su testarudez en negarse a librarse del demonio.
[Fuente: Haggard, H. (1941) El médico en la historia]

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