En el siglo diecisiete, las tres supersticiones más famosas y cuya influencia sobre la salud y la enfermedad se tenía por absolutamente cierta, eran la quiromancia, la astrología y la brujería.La quiromancia es una de las artes más antiguas de la adivinación; desde tiempos prehistóricos se ha creído en que por la forma de las manos, por las ondulaciones y las líneas que se ven en las palmas se puede adivinar de qué salud goza el individuo, cuál es su carácter y qué futuro le espera. Para saber de la salud, las líneas más importantes eran la línea de la vida, que está en la base del pulgar, la línea del hígado, que está a través de la muñeca y la línea del corazón, que termina cerca del índice; es verdad que esta línea del corazón se estudiaba más en relación con los sentimientos amorosos que, según se supone, tienen su centro de acción en este órgano, que en relación con las enfermedades. Naturalmente que las líneas de las manos son simplemente debidas a que la piel, en tales lugares, está firmemente adherida a las capas musculares y no indican cuál es el estado de la salud más de lo que lo indican las huellas digitales.
[Fuente: Haggard, H. (1941) El médico en la historia]
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