Rebelión de Mitre en 1874

 Comandante en Gefe del Ejército del Sud.

Campamento en Olavarría, Noviembre 18 de 1874.

A S.E. el Sr. Ministro de Guerra y Marina de la Nación, Coronel D. Adolfo Alsina.

 Tengo la satisfacción de participar a V.E. que hoy, al amanecer, he llegad a este punto, abandonado pocas horas antes por el enemigo, despues de una marcha de catorce a diez y seis leguas, pues creía poderle dar alcance, no obstante las numerosas caballadas que lleva de repuesto.

Después de dar algun descanso a la tropa, continuaré hoy la persecusión en dirección a "San Jacinto", que es el rumbo que lleva el enemigo.

Como la vanguardia del ejército casi alcanzó la retaguardia enemiga, lo que le obligó a abandonar este campamento precipitadamente, ha tenido oportunidad la indiada del cacique Catriel para pasarse a este ejército, oportunidad que ha aprovechado el cacique Juan José Catriel, viniéndose con la mayor parte de los indios que manda su hermano Cipriano, de los cuales se han presentado ya y están formados delante de mí como doscientos y espero que hasta la tarde se presentarán cuatrocientos más.

Dicen que ellos nunca habían tenido intención de rebelarse contra el Gobierno; pero que se habían visto obligados a seguir al general Mitre en su cruzada libertadora, porque, de no hacerlo, el General Rivas y Catriel los oprimían. Vienen animados del mejor espíritu, y están resueltos a pelear a los demás indios que no quieren presentarse.

Después de este acontecimiento, pienso que nadie pondrá en duda el hecho vergonzoso y por primera vez conocido en nuestro país, que una revolución y un ejército que se titulan constitucionales, hayan venido a buscar apoyo y poder en la barbarie del Desierto. Mercenarios y salvajes es todo lo que queda.

Hoy destaco al Azul los Batallones del Mayor Dónovan y Comandante Rodríguez, las piezas de artillería que trajo el comandante Lagos y un Escuadrón de Caballería, todo al mando inmediato del primero, para servir de guarnición en ese pueblo, y a fin de alijerar este Ejército; pues considero que con mil hombres sería bastante para batir los restos desorganizados que acompañan al General Mitre.

Me permito recomendar a V.E. que no deje de indicarme, siempre que le sea posible, la situación y dirección que tome ese ejército, y trasmitirme sus órdenes.

Dios guarde a V.E.

(Firmado)

J. Campos.

Es copia

Alsina.

[Fuente: Memoria presentada por el Ministro Secretario de Estado en el Departamento de Guerra y Marina Dr. D. Adolfo Alsina al H. Congreso Nacional en 1875]