Fuente: Caras y caretas 1904 7(276)
La huelga que nos ocupa ha sido general en el puerto, más bien dicho, de gremios afines: estibadores, marineros, foguistas, mozos, cocineros, maquinistas y caldereros de buques y conductores de carros, y parcial en las demás agrupaciones: carpinteros, pintores y albañiles.
Marineros y foguistas: Este es el primer gremio que en el puerto alzó la voz de protesta lazándose a la acción en busca de las siguientes mejoras: abolición de la cuota al seguro de los tripulantes, sueldo de 45 pesos, extra por noche y feriados. Entregar y recibir las mercaderías a bordo no debiendo descender a tierra sino en caso de salvamento y como acto humanitario. Regirse por el horario de la Aduana y tripular los barcos en relación a su tonelaje.
Estibadores del puerto: Haciendo causa común con los marineros, los estibadores se negaron a trasbordar la carga de las lanchas cuyas tripulaciones se hallaban en huelga. Los estibadores del puerto pedían el reconocimiento de la sociedad por parte de los patrones y el establecimiento de la jornada de ocho horas.
Conductores de carros: A raiz de un movimiento cuyo triunfo fue completo, los conductores de carros, por acto de solidaridad con sus compañeros de causa, no titubearon en incorporarse a la huelga, aunque sin pretender mejoras en su condición. En análogas condiciones se encontraban los maquinistas, prácticos, mozos y cocineros de a bordo, peones de ribera, etc. algunos de cuyos gremios, el de mozos por ejemplo, trataron de aprovechar el movimiento para la implantación de algunas mejoras.
Los capataces: El capataz viene a ser en el trabajo del puerto el segundo intermediario entre el patrón y el obrero. Es el que proporciona hombres al contratista o sea a la persona encargada de entenderse directamente con el armador.
En ese movimiento los capataces estuvieron en conjunto con los obreros en huelga.
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