Paré había nacido en el año 1510 y de muchacho había trabajado de aprendiz en una barbería, en donde aprendió a cortar el cabello, a afeitar y todos los demás deberes de un barbero de aquellos tiempos, tales como sangrar, arrancar muelas y vendar heridas y, sintiéndose atraído hacia la cirugía, fue a París para trabajar en el gran hospital del Hotel Dieu.Es posible que la palabra Hospital os sugiera inmediatamente salas de operaciones inmaculadas, con paredes de mosaico, vitrinas llenas de instrumentos niquelados y corredores por donde pasan enfermeras diligentes y silenciosas que entran y salen de habitaciones donde se ven camas de una limpieza extrema. Mas tales hospitales no existieron hasta finales del siglo diecinueve y el hospital adonde fue Paré, como todos los de su tiempo, no era más que un lugar de refugio para los pobres. Era un gran edificio de piedra mal iluminado por ventanas estrechas y polvorientas y compuesto de grandes salas en las que había a lado y lado filas de camas cubiertas de un dosel y en las que, en más de una ocasión, metían dos, tres y hasta cuatro y cinco pacientes, prescindiendo en absoluto de las enfermedades que pudieran tener; ni los vestíbulos se salvaban de ser ocupados, pues sobre haces de paja se alojaba a otros enfermos, hombres, mujeres y también niños. Las enfermeras eran Hermanas de la Caridad que no habían hecho estudio alguno de medicina y que prestaban sus servicios por el amor de dios. La suciedad que reinaba en tales lugares era indescriptible; estaban invadidos por los parásitos y el olor más repugnante, de inmundicia, enfermedad y carne podrida, predominaba por todo el edificio. La única sala de operaciones era algún rincón, algún cuartucho, o quizás algún vestíbulo mal iluminado.Ahí era donde Paré estudiaba.
[Fuente: Haggard, H. (1941) El médico en la historia]
No hay comentarios:
Publicar un comentario