Discurso del Primer Ministro en la Cámara de los Comunes, el 3 de setiembre de 1939.
El primer ministro.- Cuando hablé anoche a la cámara no podía ignorar que en algunos de sus sectores existían dudas a propósito de la firmeza de la posición del Gobierno de Su Majestad y hasta cierto desconcierto por lo que se creyó debilidad o vacilación. Dadas las circunstancias, yo no reprocho a nadie, pues si no me encontrara, como ahora, en esta banca, en pleno conocimiento de todos los informes en nuestro poder, sino en el lugar de los honorables miembros, yo mismo posiblemente hubiese reaccionado de igual manera. La exposición que debo hacer esta mañana demostrará que no hubo lugar a dudas. Estuvimos en consulta todo el día de ayer con el Gobierno Francés porque pensamos que la acción intensificada que los alemanes emprendían contra Polonia, no permitía demoras en aclarar nuestra posición. Por consiguiente decidimos enviar a nuestro embajador en Berlín, instrucciones para que, a las 9 de esta mañana entregara al secretario alemán de Relaciones Exteriores una nota concebida en los siguientes términos:
"Señor:
En la comunicación que tuve el honor de hacer a Ud. el 1o. de setiembre, le informé, de acuerdo con las instrucciones recibidas del secretario de Estado de las Relaciones Exteriores de Su Majestad, que, a menos que estuviese dispuesto el Gobierno Alemán suspendería toda acción agresiva contra Polonia y estuviese dispuesto a retira pronto sus fuerzas del territorio polaco, el Gobierno de Su Majestad Británica, sin titubear, cumpliría sus obligaciones con Polonia.
A pesar de que esta comunicación se hizo hace más de veinticuatro horas, no hemos recibido contestación alguna, pero han continuado y se han intensificado los ataques alemanes contra Polonia. Tengo, pues, el honor de informarles que si el Gobierno de Su Majestad en Londres, no recibe del Gobierno Alemán, hoy 3 de setiembre, no más tarde de las 11 a.m., hora oficial británica de verano, seguridades satisfactorias con referencia a lo dicho, el estado de guerra existirá entre las dos naciones desde ese momento.
Aquella fue la nota final. No recibimos tales seguridades dentro del tiempo estipulado y, consiguientemente, este país está en guerra con Alemania. Estoy en condición de informar a la Cámara que, de acuerdo con los convenios efectuados entre el Gobierno Británico y el Francés, el embajador francés en Berlín hace, en este momento, una "démarche" similar con fijación también de un plazo perentorio. La Cámara está ya en conocimiento de nuestros planes. Como lo dije el otro día, estamos preparados.
Este es un día triste para todos nosotros y para nadie más triste que para mí. Todo aquello por lo cual he trabajado, todo aquello en lo cual he creído durante mi vida pública, todo lo que he deseado se ha derrumbado. Me queda una sola cosa por hacer: dedicar las fuerzas y los poderes que tengo a anticipar la victoria de la causa por la cual hemos debido sacrificar tanto. No puedo saber qué papel me estará permitido desempeñar; confío, no obstante, en que viviré para ver el día de la destrucción del Hitlerismo y el resurgimiento de una Europa liberada.
Fuente: Documentos referente a las relaciones germano polacas y al estallido de las hostilidades entre Gran Bretaña y Alemania.
No hay comentarios:
Publicar un comentario