A fines del siglo XIX Argentina sufría una comprometida situación financiera, pues una elevada deuda externa -conformada por 30 empréstitos de distintas tasas de interés y condiciones de pago- condicionaban su política económica.
La idea del gobierno era unificar estas deudas, bajando los tipos de interés y alargando los plazos. El proyecto había fracasado en presidencias anteriores y durante 1901 la situación era francamente peor, ya que la acreedora londinense Baring Brothers (en liquidación) pretendía obtener el mayor beneficio por sus créditos.
El ex Presidente Pellegrini fue el elegido para la misión. Hábil negociador, tuvo éxito en la unificación de la deuda pública en un solo bono con mejores condiciones pero garantizado con el 8% diario de los ingresos de la Aduana pero no logró bajar los intereses.
El desfavorable acuerdo fue aprobado por el Senado el 18 de junio y como era de esperar sublevó a importantes sectores populares, entre ellos estudiantes universitarios.
Los estudiantes de derecho se congregaron en la facultad y de allí se dirigieron al Congreso.
La idea del gobierno era unificar estas deudas, bajando los tipos de interés y alargando los plazos. El proyecto había fracasado en presidencias anteriores y durante 1901 la situación era francamente peor, ya que la acreedora londinense Baring Brothers (en liquidación) pretendía obtener el mayor beneficio por sus créditos.
El ex Presidente Pellegrini fue el elegido para la misión. Hábil negociador, tuvo éxito en la unificación de la deuda pública en un solo bono con mejores condiciones pero garantizado con el 8% diario de los ingresos de la Aduana pero no logró bajar los intereses.
El desfavorable acuerdo fue aprobado por el Senado el 18 de junio y como era de esperar sublevó a importantes sectores populares, entre ellos estudiantes universitarios.
Los estudiantes de derecho se congregaron en la facultad y de allí se dirigieron al Congreso.
Después los manifestantes, a los que se les había unido gente común marcharon a la redacción del diario El País y Tribuna, cuyo dueño era Carlos Pellegrini. Donde tiraron piedras, en ese momento la policía comienza a actuar y en el tumulto terminan heridos manifestantes y policías.
Los manifestantes deciden ir hacia la casa de Carlos Pellegrini, quien recibió un cascotazo en la cabeza. La protesta continuó por varios días. El 5 de julio fue decretado el estado de sitio.
El presidente Roca consultó a Mitre sobre la situación, y éste le contestó con una frase admirable: "Cuando todo el mundo se equivoca, todo el mundo tiene razón...".El poder ejecutivo decidió abandonar la iniciativa. Entre las consecuencias más notables de estos acontecimientos se destaca la ruptura política que se produjo entre Julio A. Roca y Carlos Pellegrini.
Si querés saber más sobre este tema en Documentos Seleccionados en Delicious encontrarás un artículo de la Lic. Vence Conti, presentado en la XXI Jornadas de Historia Económica, realizadas del 23 al 26 de setiembre de 2008 en Caseros, organizada por la Asociación Argentina de Historia Económica.
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