Fundándose en que la compañía francesa de los cables, no cumplía satisfactoriamente las obligaciones de su contrato, acusando graves deficiencias en lo relativo a la regularidad de los servicios telegráficos con la América del Norte, los tribunales decretaron la caducidad de la concesión y ordenaron la clausura de todas las estaciones telegráficas de la costa, a excepción de la Guaira.
El gobierno francés, aplicando un criterio levantino a la cuestión, apoyó la reclamación que el representante de la compañía, señor Desiré Brun, inició contra el fallo judicial, contra el presidente Castro, quien respondió a ella expulsando al señor Desiré Brun. De aquí un ultimatum que Francia ha resuelto intimar a Venezuela robusteciendo su reclamo con una demostración naval.
Fuente: Caras y caretas 1905 8(369)
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