lunes, 5 de julio de 2010

Rebelión de Mitre en 1874

El comandante en gefe del Ejército del Sud.

Campamento en el Azul, noviembre 20 de 1874.

A S.E. el Sr. Ministro de Guerra en Campaña Coronel D. Adolfo Alsina.

Pocos momentos despues de escrita mi nota anterior fechada en el Cerro Negro adjuntando el parte detallado de la prision del Cacique Catriel, la de varios cristianos y la sumision de las indiadas de aquel a las autoridades nacionales, me puse en marcha es direccion a este punto por haber adquirdo la certidumbre segun datos suministrados por bomberos confirmados por varios pasados de que el enemigo se dirijia por los Fortines Perdido y Otamendi, con la intencion al parecer de ir a Quequen Grande o Bahia Blanca dejando ya un poco a retaguardia la Mar-chiquita hacia donde, se decia, pensaban marchar.

Al efectuar este movimiento abandonando el plan de Campaña que me habia trazado de perseguir al enemigo sobre su rastrillada hasta abatirlo o disolverlo, he tenido en primer lugar presente las instrucciones que V.E, se sirvio comunicarme con fecha 17 del corriente prescribiendome que debia situarme en el Azul en caso que el enemigo tomase rumbo hacia la Blanca u otro analogo; y en segundo lugar porque he creido de necesidad imperiosa dar algun descanso a las caballadas al mismo tiempo que me procuro nuevos elementos de movilidad en este Partido y los adyacentes, pues me habia sido muy dificil sino imposible obtenerlos en la direccion que lleva el enemigo porque ademas de ser hacia el despoblado arrea cuanto encuentra a su paso incluso yeguas.

No me arrepiento de haber fatigado algun tanto los caballos con las marchas forzadas de estos ultimos dias, porque el resultado obtenido de una importancia trascendental y casi decisiva en esta cuestion es superior a todo lo que pueden importar los caballos perdidos.

He tenido ademas en vista otra razon muy poderosa para dirijirme a este punto y es que habiendo sido la base de operaciones de los rebeldes, su ocupacion ademas de facilitar la reunion de numerosas caballadas que deben existir tendra una influencia moral muy importante sobre ellos especialmente a quienes se priva de su centro principal de recursos.

Con este objeto primero, he resuelto guarnecer el pueblo con tres Batallones de Guardias Nacionales, alguna Caballeria y la Artilleria que le fue tomada al enemigo en Olavarria -fortificandole convenientemente, y segundo para aligerar un poco la Division de mi mando que considero demasiado pesada para combatir un enemigo debil y desmoralizado como va.

Habiendole privado al General Mitre de su mejor caballería que es la indiada, en numero de seiscientos a ochocientos y reducidole por una persecusion tenaz en un trayecto de mas de setenta leguas a la mayor desmoralizacion, considero que seria ahora conveniente dividir al Ejercito en tres o mas cuerpos que aunque solo constaran de dos a tres mil hombres con tal que fueran de buena composicion, serian suficientes para perseguir los restos lastimosos del Ejercito rebelde o batirlo sin la menor probabilidad de mal exito en caso que tuviera la audacia de hacer frente a cualquiera de esos cuerpos, lo que para mi es imposible.

Entonces podrian dos de ellos combinando sus operaciones perseguir en la misma direccion que el llevara como lo he verificado hasta aqui el tercero situarse en punto conveniente desde donde pudiera impedir la supuesta incorporacion del General Arredondo.

Para este objeto me permitiria indicar a Chivilcoy, como centro importante de recursos, estremo de via ferrea y al mismo tiempo bastante avanzado en la direccion que necesariamente traera Arredondo si pretendiera realizar el imposible de incorporarse actualmente a Mitre.

Podria tambien servir en caso necesario para evitar la fuga de los rebeldes por el Oeste o su paso al Norte si tentaran hacerlo.

Permanecera aca hasta que V.E. se sirva impartirme sus ordenes, ocupandome entre tanto en reparar las caballadas existentes, adquirir otras nuevas para abrir la campaña una vez provisto de sobrados elementos de movilidad o cuando V.E. lo ordene de una manera decisiva.

Dios guarde a V.E.

(Firmado)

Julio Campos.

Es copia.

Alsina.

Fuente: Memoria presentada por el Ministro Secretario de Estado en el Departamento de Guerra y Marina Dr. D. Adolfo Alsina al H. Congreso Nacional en 1875

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